El poder es el peor enemigo del hombre. O mejor dicho, el ansia de poder, ya que a qué llamamos poder? Por poder han perdido la integridad muchísimas personas y han dado estacazos en la espalda a sus mejores amigos. El poder corrompe, es ya un dicho popular, pero es cierto, porque el poder, como el dinero, llama a más poder, al darse uno cuenta de que siempre hay, por mucho poder que se tenga, alguien con mayor poder por encima de nosotros. Por poner un ejemplo, mi hija tiene mucho poder sobre mí, ya que con una de sus tiernas sonrisas es capaz de desarmarme, de la misma manera de que con una de sus perretas es capaz de hacerme descender al mismisimo infierno. Para otros el poder es de tipo económico, o político, o profesional.
El económico no me preocupa de momento, quizás porque tengo de todo e incluso más de lo que necesito. He visto a gente rica quedarse sin nada, y a gente muy pobre ganar muchos millones. Todo va y todo viene. Es la rueda de la fortuna y el dinero no sirve para hacer a las personas, tan sólo para barnizarlas. Mi marido dice que todo lo que tenemos por encima de lo básico: techo, ropa y comida, es puro lujo, y así deberíamos, aún sin serlo dentro de los cánones de nuestra sociedad, sentirnos ricos. Y lo somos, sin duda. Pero vivimos en una sociedad tan pornográfica, que algunos tienen la desverguenza de pagar 1.000 euros por un paraguas de Chanel para protegerse de la lluvia, cuando otros no tienen que comer. Para ese grupo, ser ricos significa gastarte un montón de dinero en marcas y símbolos que demuestren su estatus económico.
A lo largo de mi carrera he visto también a muchos hacer verdaderas barbaridades por escalar profesionalmente. He tenido el disgusto de conocer a verdaderos trepas personalmente. Los trepas son vampiros del poder y nunca están satisfechos por muchos escalones que logren avanzar arriba a golpe de golpes bajos. También están los otros que más que vampiros del poder son víctimas del mismo. Son aquellos que creen que sin un estatus profesional alto no son nada y se dejan la vida por llegar arriba sin disfrutar de la escalada. La mayoría de ellos se dan cuenta cuando llegan arriba que son realmente infelices porque muchos de ellos siguen sin estar donde deberían estar...
El poder...creo que no hay mayor poder que el momento de iluminación cuando uno se da cuenta de que el verdadero poder es no sólo el no tenerlo, sino más importante, el no desearlo.
vrijdag 18 juli 2008
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3 opmerkingen:
Hace poco leía que el olor a poder era el verdadero afrodisíaco. Feromonas en vena, amos!
Dónde este un bolso Ossis que se quiten los chaneles. Y nada de hablar de vintage, señores es segunda mano, heredado o de mercadillo.
´Me alegro de que estés de vuelta
María. Te echaba de menos
Creo que es el ansia de poder lo que mata. Hay gente como digo, que sin saberlo ejercen un poder de manera a veces positiva y a veces negativa, como pongo el ejemplo de mi nena. Eso sí, el poder malo siempre huele mal, hija...huele a podrido por lo general, mucho peor que el plástico malo de los bolsos de mercadillo, que como sabes me privan~..jejeje
Laura, por fin sí, os echaba de menos también...
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