donderdag 28 augustus 2008

Reflexiones sobre mi madre

Mi madre se está volviendo loca intentando conciliar la vida profesional de una free-lance con su labor de ser mi mami. Entiendo que esto a ella le cause mucho estrés, aunque hoy en día cualquier cosa causa estrés a los mayores, pero lo que no se da cuenta es que a mi esta fórmula también me está afectando. Me muero de verguenza cuando mi madre lleva el portátil al parque infantil y todos los niños se la quedan mirando mientras las mamás la disculpan por lo bajinis diciendo que es extranjera. Además le he dicho a todos los niños que mi madre es periodista pero no se lo creen porque como somos de la generación audiovisual sólo concebimos un periodista con una cámara o con una alcachofa en mano, pero no con un ordenador como si fuera un ratón de biblioteca digital.
Cuando llegamos a casa del colegio me enchufa un rato la tele para seguir escribiendo. A mi no me importa porque me encanta ver Barbi Mariposa una y otra vez pero cuando le pido que me traiga algo de comer o de beber o que me lleve a hacer pis, me dice que ya soy mayor para hacerlo yo solita. Eso no me gusta nada y me pongo a llorar desconsoladamente como esa Scarlatta de una peli viejísima que le gusta a mi madre mucho. Al principio no cuela, pero luego dice que así no se puede trabajar, que le corto la inspiración y viene a discutir conmigo, pero viene al fin y al cabo. Odio además el móvil de mamá porque se lo lleva a todas partes y últimamente está siempre hablando con alguien y se pierde todas mis piruetas en el tobogán y cómo me columpio ya sola. Ya le puedo gritar superando los decibelios permitidos en cualquier vecindario que se precie, que ella se gira, me sonríe y sigue hablando y yo sé que no ha visto nada porque no viene como antes a darme abrazos y besos y decirme que soy la nena más guapa del mundo.
Esta semana no se lo he puesto muy fácil. He comenzado al colegio y la primera semana lloré todos los días a ver si se ablandaba y me llevaba a casa con ella. No coló. Ella también lloraba un poco pero se iba y me dejaba allí sola con todos esos niños a los que apenas conozco y una señorita nueva que no deja de sonreir y decir que somos unos niños muy guapos. Eso no es verdad, porque yo sé que soy muy guapa porque me lo dice todo el mundo, pero hay niños en mi clase que los pobres a lo mejor tienen una belleza interna de la leche pero el exterior deja mucho que desear, de manera que todos no somos guapos, sólo algunos. Los mayores mienten mucho. Eso le pasa a mi madre porque siempre dice cuando te venga a recoger vamos a jugar y hacer muchas cosas juntas, y luego siempre termina pegándose al ordenador porque dice que no le ha dado tiempo a hacer esto y lo otro, y yo tengo que jugar sola o con mi vecina. Estoy contenta de que mi vecina vaya a mi mismo colegio y a mi misma clase. Jugamos todo el rato juntas y nos disfrazamos de princesas y bailarinas al llegar a casa. Como mamá está siempre escribiendo nos deja hacer lo que queramos y el otro día nos maquillamos con ojos azules y labios rojos y estábamos guapísimas.
La verdad es que mi madre anda muy liada y espero recuperarla pronto cuando termine este trabajo. Prefiero que se dedique a lo de clavar agujas porque además eso queda muy bien cuando otros niños te preguntan qué hace tu madre. Les dices: "clava agujas!"...Eso acojona mucho (perdón, dice mi madre que no puedo decir tacos sobre todo en español que son muy fuertes y suenan muy mal, sólo me deja hacerlo cuando vamos a la cuenca minera).
Bueno, me voy a jugar y cualquiera de estos días volverá mi madre...

zondag 24 augustus 2008

cosas de niños...

Jairo 3 años
Un día dijo Jairo:'Cuando sea mayor, si tengo bigote, me llamaré Paco'

Carola 3 años
Carola observó que la caja del jarabe para la tos tenía unos puntitos abultados y le preguntó a su padre '¿Para qué sirven?'. Su padre le respondió: 'Son para que los ciegos puedan leer lo que pone con los dedos'. A los pocos días su padre le preguntó a Carola:'¿Te acuerdas de para qué servían los puntitos?'. Y dijo la niña: 'Para que puedan leerlo todo los... ¿chinos?'

Carlota 5 años
Los padres de Carlota se fueron a China de vacaciones, así que ella se quedó con su abuela. Cuando volvieron, lo primero que dijo Carlota nada más verlos fue: 'Ahora tenéis que tener otro niño, y así, en el siguiente viaje, nos vamos los tres y el pequeño es el que se queda con la abuela'

Hugo 4 años
Hugo preguntó a su madre: 'Mamá, ¿cómo salí de tu barriga?'. Y su madre le respondió: 'Pues primero salió la cabeza, después los hombros, luego el cuerpo y al final las piernas'. Y dijo Hugo, asustado: 'Mamá, ¿pero es que salí destrozado?'

Marta 4 años
Marta había oído hablar a su hermano mayor de que el hombre venía del mono, así que le preguntó a su madre: 'Tú, mamá, cuando eras mono.. ¿ya llevabas gafas?'

Tomás 6 años
Un día Tomás le preguntó a su madre: 'Si quieres ser torero, ¿el toro hay que llevarlo o te lo dan allí?'

Nacho 6 años
Una mañana, cuando su madre lo despertó para ir al cole, le dijo Nacho: 'No quiero ir más al colegio. Bórrame'. La madre le contestó: 'Pero si ya no te puedo borrar, tienes que ir todos los días'. Nacho, con cara de asombro, preguntó: '¿Es que me habéis apuntado con boli?'

Manuel 3 años
En la escuela infantil a la que va Manuel también hay bebés. Un día estaba mirando cómo uno de 10 meses pasaba las páginas de un cuento mientras balbuceaba sin parar, y le dijo a su profesora: 'No me gusta nada cuando lee en inglés'

Alan 3 años
Alan iba con su madre en el metro de Barcelona cuando subió un chico negro. Alan miró a su madre y le dijo emocionado: 'Mira, mamá, ¿quién es?'. Su madre le contestó 'No sé, Alan'. Pero él insistió: 'Que sí, mamá, ¿quién es?'. Alan, al ver que su madre no contestaba, le dijo gritando: '¡¡Mamá!! ¡¡¡Eto'o!!!'

Marina 7 años
Un día su primo Óscar le contaba que él conocía a dos chicas que eran gays y Marina le dijo:'No se dice gays, se dice colombianas'

Marta 3 años
Una noche, mientras todos dormían, Marta se acercó a la cama de su madre y le dijo: 'Mamá, mamá he hecho pipi, pero no he tirado de la cadena para no despertarte, ¿vale?'

Claudia 4 años
El padre de Claudia se agachó para atarle los zapatos, y la niña, al verle la coronilla sin pelo, exclamó alucinada: '¡Papá, tienes carne en la cabeza!'

Daniel 5 años
Daniel estaba demostrándole a su madre que ya sabía deletrear palabras, como 'veterinario', así que empezó a decir: 'B, e, t'. Su madre le corrigió: 'No, Daniel, B no, V'. Y el niño respondió'¡Sí, hombre, uveterinario va a ser!'

Isaac 4 años
Isaac iba corriendo, tropezó con su hermania y la tiró al suelo. Su madre le dijo: 'Isaac, ¿qué le tienes que decir a tu hermana?'. E Isaac respondió: 'Que se aparte'

David 5 años
Un día les dijo a sus padres: 'Y vosotros, cuando yo tenga novia, ¿dónde vais a vivir?'

Pedro 4 años
Hace un par de meses decidieron hacerle el carné de identidad, que le llegó hace un par de semanas. Cuando su madre se lo enseñó a Pedro y le dijo que era su carné, él dijo: 'Ay, qué bien, ahora ya puedo conducir'

Julia 3 años
Cuando a Julia le dijeron sus padres que iba a tener un hermanito, ella dijo: ''Qué bien, pero ¿quienes van a ser sus papás?

dinsdag 12 augustus 2008

La princesa está triste

Mi princesa está triste. Su mejor amiga de la guardería se ha ido de vacaciones en un viaje interminable de seis semanas por las selvas de Malasia. Viaje sin duda muy apropiado para una nena de casi cuatro años acompañada de un hermanito de 2. Estas cosas sólo las hacen los holandeses. Nosotros nos complicamos mucho la vida. Ya sólo para irme a Asturias a pasar unos días a casa de mi madre, voy cargando con un maletón por cabeza. Ni imaginarme puedo empaquetar en una pequeña mochila avituallamientos varios para seis semanas. Admiro a esta gente que tiene las pelotas de embarcarse en tal aventura con niños de esta edad. Pero gracias a ellos mi princesa está triste porque echa de menos a su amiga. Lo peor de todo ni siquiera es el día a día, sino que su amiguita tampoco podrá estar en su fiesta de cumpleaños que ya (horror!) es el próximo sábado.
Cada mañana se levanta con alguna excusa para no ir a la guardería. La entiendo. No debe ser muy divertido pasar el día siendo la única nena de casi 4 (apenas quedan días) en una jauría de bebes que no levantan un palmo del suelo. Menos mal que las cuidadoras son unas benditas y se dejan hacer peinados, pintar los labios y servir el té, en fin, todas esas cosas que le gustan a las niñas por debajo del lustro de vida. Luego llega a casa cansada, se mete en su casita del jardín a hacer comiditas mezclando plastilina y agua mientras mira al infinito con ojos bucólicos y me pregunta: "mamá, ya estará mi amiguita en la selva?"...

YOMISMA: Pues igual ya sí, no lo sé, se tarda mucho en volar a esos parajes, cielo...
MINENA: Pero porqué se ha ido a la selva mamá?

Y: Pues porque a sus papás les parece interesante y podrá ver un montón de cosas...

M: Y qué es la selva, mami?

Y: la selva según el diccionario hija, es un terreno extenso, inculto y poblado de árboles...pero debe de estar mal porque de esos en Asturias hay un montón y no los llamamos selva...

M: Y hay animales?

Y: Pues sí, muchos animales, seguro que en Malasia hay serpientes, panteras, monos e incluso elefantes...

M: Pero todos esos los hay aquí en el zoo de Arnhem mamá, porqué se ha ido tan lejos?

Y: Pues hija no es lo mismo verlos en cautividad que en vivo y en directo...

M: qué es cautividad, mami?

Y: Cautividad quiere decir que los animales viven en el zoo encerrados, no pueden salir de ahí, pero en la selva vivien en libertad y pueden correr. En el zoo no pueden salir de sus jaulas...

M: No pueden salir al parque a jugar?

Y: Efectivamente, no pueden salir a jugar al parque...tienen que jugar en casa...

M: Entonces mami yo soy un animal también en cautividad porque no me dejas ir al parque....

Y: No te dejo ir sola, pero sí conmigo o con papá, así que no estás cautiva, qué cosas tienes!

M: seguramente mi amiguita será libre en la selva...yo quiero también ir a la selva mamá...

Y: no te preocupes que te voy a llevar a Ikea un sábado en hora punta para que te hagas una idea.

Su mirada se pierde de nuevo entre las nubes y se pone a jugar de nuevo. Me ha dejado esta conversación mal sabor de boca porque es cierto que nunca dejo a Laura ir sola al pequeño parque que está a cinco metros de casa. Las demás madres holandesas sí lo hacen, pero yo pienso que con 4 tacos no deberían estar sin vigilar. Si hay una cosa en la que esta sociedad es igual que la selva, es sin duda en la cantidad de predadores que andan sueltos. Es un tema que me preocupa muchísimo y me asombra ver al mismo tiempo la despreocupación de las madres holandesas al respecto. Las guarderías y los colegios permanecen abiertos todo el día, no se cierran las puertas y cualquiera puede caminar como Pedro por su casa adentro y llevarse a un niño. No exagero. En la de mi nena están haciendo obras y ayer mismo, cuando fuí a buscar a mi hija estaban todos jugando en el pasillo, bebés gateando entre las piernas de los obreros, mientras que las cuidadoras permanecían dentro del local con los más pequeños. A mi estas cosas me dan mucho yuyu y echo de menos una SorPuerta que eche la llave y no deje entrar ni a Dios hasta la hora de recogida. Sé que hay que enseñar a los hijos a volar, pero soltar la cuerda me está costando tanto (visto lo que se ve cada día en las noticias) que antes me voy a la selva tropical con ella que la dejo ir sola al parque...

maandag 11 augustus 2008

Falta de tiempo

Llevo varios días sin actualizar el blog por una sencilla razón: falta de tiempo. Estoy trabajando en un nuevo encargo cuya fecha de entrega es este mes y no paro de dar a la tecla durante todo el día. Al llegar la noche, y después de haber conseguido que la nena cene como Dios manda y se acueste a una hora lo más ajustada posible al resto de niños holandeses, a una sólo le quedan ganas para ver cualquier programa estúpido en la tele que no te obligue a pensar. Con los ojos supurando letras te vas para la cama y ya puede llegar la inspiración bendita o San Pulitzer que a una no la levanta ni una grúa del Europoort. Le pido a la musa que me despierte temprano por la mañana, pero al llegar las siete, suena el despertador y en la habitación sólo está el marido y la nena ya llorando por el bendito colacao. De la musa ni rastro. Después de vestir a mi hija, peinarla y rociarla de Nenuco de los pies a la cabeza, preparar desayunos, recoger desayunos y despedidas varias a la puerta de la casa (sí, los vecinos ya conocen mi increible variedad de pijamas), entro a casa y le doy al botón ON de la cafetera con la santa intención de despejarme y escribir una nueva entrada. Ese momento nunca llega, se queda desplazado por la lectura de emails, lectura de otros blogs y la vuelta al trabajo. A veces leo cualquier tontería en la prensa y de nuevo se asoma la musa a decirme que debería escribir algo sobre ese tema. Como siempre, pasa el tiempo y me abandona la memoria. Sólo soy capaz de acordarme de cosas que me hayan pasado por la cabeza en los últimos cinco minutos, el resto es historia.
Así las cosas y sin mucho que contar por el frente más que sigo esclava del ordenador y siéndole infiel unas horas a la semana con Pilates, no quería dejar pasar más tiempo sin contar nada, ya que últimamente veo que me visita gente del otro lado del océano. Estos nuevos visitantes deben estar pensando que soy una tía de lo más aburrida porque no me pasa nada. Ciertamente lo soy aunque me pasan muchas cosas, lo que ocurre es que no tengo tiempo de dejar constancia de ellas. Hasta que la musa venga y el tiempo lo permita, un saludo a todos...