Hoy han matado de nuevo una parte de mí, porque cada vez que ETA mata, cada vez que alguno de estos criminales sinverguenzas pegan un tiro en la nuca, nos lo pegan a todos. La diferencia es que yo sigo respirando, aunque sea sin esperanza, pero respiro y puedo ir a recoger a mi hija a la guardería y darle un beso. Isaías Carrasco ya no respira y a su hija, que ha presenciado el asesinato, seguramente le han matado hoy no sólo a su padre sino a su alma.
Yo no entiendo cómo los vascos que apoyan a ETA tienen tan poca estima de sí mismos al desear que les gobiernen una panda de asesinos que son además unos cobardes. Sólo los cobardes matan de esta manera. Yo no quisiera que mi futuro como país estuviera en manos de cobardes. Ellos sin embargo sí, y sólamente me lo explico si eres también un cobarde o simplemente un ignorante.
Se puede ser nacionalista y demócrata, se pueden defender las ideas con las palabras, pero nunca con las armas. ETA murió hace tiempo y hoy nos enfrentamos a grupos de jóvenes sin cerebro que se ampara bajo esas siglas para seguir matando el tiempo matandonos a todos.
Como digo hoy me han matado de nuevo un poco, pero que sepa esa mala calaña de bandoleros que si bien a los españoles nos agujerean el alma con cada tiro, hacen sin embargo que crezca aún más nuestra determinación para terminar con ellos. Seguiremos luchando contra el terrorismo de esa panda de delincuentes que dicen querer lo mejor para el país Vasco, mientras que la sangre en sus manos no hace más que desligitimar todas esas palabras incoherentes que derraman en sus comunicados.
A esa panda de cobardes les digo que me da la risa cuando les veo en las ruedas de prensa con capuchones negros bajo la boina. Que no tenéis cojones, que eso es lo que pasa, que no tenéis cojones para defender esa nube de ideas vacías como hay que hacerlo. Sólo los cobardes se tapan la cara para hablar de ideas y sólo los cobardes matan por la espalda a un trabajador honrado que ni siquiera tenía un cargo político, y que cuando lo tuvo lo único que hacía era trabajar por la gente honrada y trabajadora de vuestro pueblo. Simplemente, vosotros que os llamais etarras, me dais verdadero asco.
A la familia de Isaías que les puede uno mandar que no sea un abrazo. Les queda una vida por delante sin él para comerse cada día las lágrimas de la angustia de este momento.
vrijdag 7 maart 2008
Abonneren op:
Reacties posten (Atom)
Geen opmerkingen:
Een reactie posten