Aquí estoy un día después con una lunar menos y muy mala leche. Me dijeron que no iba a doler nada, pero a las cuatro horas, la anestesia se diluyó cual tintura en baso de agua y un dolor punzante comenzó a hacerse hueco entre punto y punto. Tengo una doble costura de punto de cruz muy mona que me quitarán Dios mediante dentro de dos semanas. La mala leche es habitual en mi en los últimos tiempos siempre y cuando tengo que estar en contacto con el sistema médico holandés más de cinco minutos.
Antes del verano me animaron a consultar al médico por una lunar que tenía en la pierna y que había crecido considerablemente en los últimos dos años con un diámetro irregular y en tonos marrones diferentes. Llamé al médico de cabecera y me asustó, porque en vez de darme un paracetamol, inmediatamente dijo que tenía que quitarme esa lunar ya que cumplía todos los factores de riesgo del melanoma, considerados por ellos en el ABCD (Asimetry, Borders, Colour, Diameter. Como el lunar estaba sobre una parte con poca grasa y muy cernana al músculo y al hueso, decidió que lo mejor era quitarla en el hospital y no de forma ambulatoria. Me fuí a dermatología y el especialista, después de hacerme quitar toda la ropa y mirarme incluso dentro del culo, dedujo por cuestión generacional, que en mi época no éramos muy conscientes de la necesidad del factor de protección en la crema de bronceado, y que además, siendo española, me habría dado mucho el sol....Tuve que explicarle que en Asturias somos bastante blancos de piel porque tenemos sol cuatro veces por año, y según la estación metereológica de Cantabria, incluso a veces menos que eso. Que además, pues cierto es, que el factor de protección que yo conocía se llamaba crema de zanahoria, que te ponía morena con una sesión de 5 horas seguidas de playa de San Lorenzo. También me cuidé la piel con una mezcla de té moruno y Nivea cuando veraneaba en Málaga y en Candás, un año, conseguí una crema buenísima que te ponía como Baltasar y que no sé cómo se llamaba, pero venía en una lata roja con una vaca dibujada. Un amigo me dijo años después que una crema parecida, también roja y con vaca incluida, la había usado él en su juventud, pero para dar brillo y lustre a las Camperas.
En fin, que el dermatólogo pensó que lo mejor era prevenir y recomendó quitarme el lunar. Pues bien, una vez encaramada en la camilla del quirófano ayer tarde, llega una cirujana que parecía la carnicera de la plaza de mi pueblo y después de mirarme la pierna me pregunta:
CIRUJANA: Porqué te la quieres quitar?
YOMISMA: Mire usted, yo por querer no quiero, no voy desprendiéndome así como así de parte de mi piel, pero es que el Dr. Vissers me recomendó quitarla.
C: Pues yo no veo nada raro en esta lunar, es grande, pero no extraña.
Y: Pues usted dirá, que yo aún con la pierna así anestesiada que no siento ya ni la punta del dedo gordo del pié, me voy tan tranquila a mi casa con lunar puesta.
C: No, si mi colega le ha dicho que hay que quitarla, pero que sepa que le va a quedar una cicatriz de al menos 4 cms, porque tenemos que quitarla recortando en forma oval y con cierta profundidad.
Y: Pues usted misma, a mi la cicatriz no me importa si es que con esto prevenimos que pase algo peor en un futuro, pero vamos, que si me asegura que lo que tengo es una lunar como un piano de grande que crece a milímetro por año pero por lo demás no es nada de nada, ya le digo que me voy.
C: Voy a consultar el historial.
Retumba el quirófano según la cirujanonte cierra la puerta tras de sí. Al cabo de unos minutos, regresa de nuevo con una enfermera tras de sí enfundada en una burka de quirófano color turquesa.
C: (con sonrisa sarcástica en los labios) Pues leo aquí en su historial que la que se quiere quitar la lunar es usted por cuestión estética.
Me quedo a cuadros, los ojos abiertos como platos por el draculazo además de la luz del quirófano sobre mi, que lleva encima alumbrándome desde hace 15 minutos estando ya casi a punto de confesar que sí, que había sido yo la que se comió la chocolatina que lleva en el coche el maridín...
Y: Mire usted, doctora cirujanonte. Yo como usted comprenderá, por estética, no me dejo en la pierna por la parte de alante y justo encima del tobillo una cicatriz de 4cms por gusto. Así que si usted me dice que esto ha sido todo un malentendido y que esta lunarcita no tiene importancia, me voy tan fresca por donde he venido y punto pelota. (Ésto último lo dije en español, porque punto pelota no tiene ninguna gracia en holandés).
Me dispongo a bajarme de la camilla con cierta dificultad, porque no siento la pierna derecha de la rodilla para abajo...Me detienen...
C: Dónde va usted alma de Dios?
Y: A mi casa y Dios en la de todos.
C: Pero no hombre, ahora ya está anestesiada y todo, se la vamos a quitar...
Y: Pero si usted dice que es una tontería, a la mierda la anestesia, vamos que me quedo yo tan contenta...
La cirujanonta decide mirar de nuevo la mancha con una especie de lupa luminosa y después de unos minutos de detenido exámen sentencia que me la van a quitar y que mandará todo a patalogía para su análisis y descartar la presencia de células extrañas en la zona.
Diez minutos más tarde, dos hileras de puntos más (internos y externos), salí de la consulta cojeando para tirarme en brazos de mi maridín.
MARIDIN: Qué tal cielo? Te duele mucho?
YOMISMA: Me duele la mierda de país en el que vivimos
M: Joder, ya empezamos...
Y: Es que tienes que reconocer que el sistema médico es una mierda...no tienen ni idea y además te hacen sentir como si fuese una gilipollas. Ni siquiera me ha dejado estar sentada para ver la operación...
M: Hombre, es que es por razones de higiene, supongo...
Y: Qué higiene ni que ocho tuerto, si no me han quitado ni los zapatos joder, que mis suelas deben tener como mil bacterias más que mi cabeza, y la zona del lunar estaba al lado de los zapatos...
M: No te han quitado los zapatos?
Y: Pues no, las entiendo porque hay que reconocer que son unos zapatos monísimos y da gusto mirarlos, pero que no me jodan con las medidas de higiene...
M: Bueno, piensa que dentro de unos años esto te lo podrás hacer tú en casa si quieres...(dice riéndose)
Y: Mira tío, como dicen los americanos no me patronices, no me patronices. Y además te voy a decir una cosa, dentro de tres años, voy a ser capaz de cerrar las cicatrices con petitpoint en las clases de anatomía, ya verás, que yo en el colegio de monjas sacaba diez en las clases de costura, chavalín...
El cabreo me ha durado desde ayer. Tiene razón la Patty que tenemos que empezar a poner quejas por escrito cuando nos pasen estas cosas. En este país los médicos se creen Dios y son más malos que un cirujano muelero del siglo XIV. En fin, que el lunar se ha ido y nadie sabe cómo o porqué ha sido. Dentro de dos semanas volveré a quitar los puntos y a enterarme del resultado. Entre tanto voy a buscar el email del Dr. Vissers de los cuyones para decirle cuatro cosas.
donderdag 4 september 2008
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4 opmerkingen:
Maruchi,
Hacía tiempo que no me reía, carcajeaba tanto, creo que hasta se un pedete... mi imagen pública por los suelos, pero lo confieso públicamente porque te quiero mucho y sé que vas a ser una naturópata de primera línea, además de la diosa de la acupuntura, y entonces, sí amiga mía, entonces empezaremos a hablar del spa........
Me alegra saber que todo salió bien y que a pesar de que los médicos no sean la imagen de la simpatia, no te dejaron más que la cicatriz pero tu pierna sigue en su sitio.
Animos para Ale y para tí en esa lista de propositos que os habeis puesto y fuerzas para cumplirlos,que son algo complicados, y suerte con tus clases, aunque estoy segura de que como dice Ale, serás al final una naturópata de primera línea, que tu vales mucho.
Un besazo María y que todo te salga estupendamente.
Pues a mí hace unos años me quitaron un lunar de la mejilla derecha (y sí, me hicieron quitar, ropa, zapatos, anillos, pendientes...). La cirugía fue muy bien, me dijeron que quedaría genial, que cicatrizaría estupendamente y no se notaría nada. Pero resulta que llega el día que me tienen que quitar los puntos (en un centro de salud de Leganés, creo) y me toca una enfermera que me mira con cara horrorizada y me dice que me va a quedar una cicatriz de la leche y que va a ser un auténtico cráter. Yo que era joven e inocente no pude reprimir las lágrimas al salir de ahí. Pensé "¡será cabrona!" (con perdón), pero me propuse ser la reina de la cicatrización y cicatrizar como nunca antes hubiera visto :-)
Así que todo quedó muy bien y mis mejillas son simétricas, tersas y suaves cual culito de bebé. Eso sí, cuando me acuerdo de la enfermera capulla me entra también muy mala leche, para que luego digan que los holandeses son directos... tela.
¡Ánimo!, que ya verás como luces unas piernas estupendas y sin cicatriz. A mí me recomendaron esta crema: Cicalfate, y me fue muy bien.
Querida Pi, gracias por pasarte por mi blog, y sí, tienes razón, en todos sitios cuecen habas. Ayer me hice una autocura y no tiene mala pinta, creo que la cicatriz en todo caso no superará los 4 cm y lo único que parece es que queda como un hoyito en la piel, pero quizás sea ahora porque los puntos tiran. Ya veremos en dos semanas.
Laura, querida, muchos besos, mucha energía positiva y mucha luz.
ale, el sueño del spa será un día mucha realidad.
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