He entrado en la crisis de los cuarenta sin ni siquiera haber llegado aún a ellos -a pesar de que los rondo muy de cerca-. Este último cumpleaños me ha hecho pensar más de la cuenta o quizás simplemente lo necesario, porque soy una gran convencida de que el universo nos pone siempre en las situaciones que debemos de estar. Formamos parte del plan infinito y aunque no podamos cambiar el mundo y quizás tampoco nuestro sino, sí podemos cambiar la manera de enfrentarnos a él. Cambiar nuestro pequeño universo, lo que cada uno somos es el primer paso para cambiar el resto.
Todas estas divagaciones filosóficas y otras más físicas (qué crema anticelulítica funcionará mejor, tengo que comprarme cremas antiarrugas para pieles maduras, será la liposucción una solución verdaderamente definitiva?...etc) me asaltan la cabeza en estos días con años recién cumplidos. Tengo la suerte o la desgracia de cumplir al mismo tiempo que entra casi la primavera, con lo cual mi sangre se altera a dos frentes. Así las cosas, me he dado cuenta de que no estoy donde quiero estar y que mi cuerpo pide a gritos un cambio (físico y mental). En otro tiempo, antes de comenzar las terapias y las lecturas de libros de desarrollo personal, me hubiera ahogado en un mar de lágrimas mirando al cielo y culpando a Dios por mis desgracias. Ahora, sé lo suficiente como para darme cuenta de que el poder del cambio no está en el PSOE sino dentro de mí, y que soy yo la única persona que puede hacerlo.
He decidido cambiar mi vida, ponerla seguramente de vuelta y someterla a una limpieza de esas profundas de las que al menos uno debe de hacer dos veces en su vida (aunque las mías suelen ser cíclicas, cada siete años aproximadamente). Limpiar telarañas, tirar muebles rotos y demás cajas abandonadas de recuerdos que uno ya nunca mira. Vaciarlo todo y tirarlo al contenedor de la escritura, que suele ser mi terapia más efectiva.
En esas estamos, cambio de rumbo, ajustar el GPS a una nueva dirección y al mismo tiempo intentar paliar los síntomas físicos que la envejecen a una, aunque todo hay que decirlo, los gordos no tenemos muchas arrugas.
dinsdag 1 april 2008
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1 opmerking:
Todo te va a ir fenomenal, ya verás,porque a la gente que se lo merece el destino siempre les recompensa. Además llegar a los cuarenta no es tan malo,te lo digo de verdad, solo es una etapa nueva en la vida, pero los años no tienen demasiada importancia. No sé cuando es tu cumple, pero siguiendo vuestra tradición holandesa, felicidades a tí y a todos los que te quieren, muchos besos y un abrazo enorme desde aquí.
Por cierto espero que lo pasarais bién en Asturias y que disfrutarais mucho con tu familia
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