maandag 19 mei 2008

A new earth: a new me

Hace muchas semanas que no publico ninguna entrada. Han sido semanas de meditación forzosa, organizando y limpiando no sólo mi casa, sino mi mente. Por fin todo parece estar en orden, o al menos donde yo quería que estuviese, o lo más seguro donde el universo pretende que todo esté. Mi vida vuelve a dar un nuevo giro y llevarme por nuevos derroteros. Estoy escribiendo una nueva guía, preparandome para mi nueva etapa como estudiante de medicina natural y acupuntura, que comenzará en septiembre, y sobre todo, sí, sobre todo, disfrutando un poco más de todo lo que me rodea.
He leído varios libros en este tiempo, uno de ellos el de Eckhart Tolle (A new earth), incluso he seguido su curso online por internet. Confieso que me ha costado muchísimo leer este libro, utiliza un lenguaje muy intelectual, casi me atrevería a decir esotérico. He tenido que releer los primeros capítulos varias veces para comprender su esencia, pero a medida que vas avanzando, te das cuenta de que algunos conceptos se van marcando a fuego lento en tu mente: el verdadero pecado original del hombre es su ego. He comenzado a comprender que detrás de todas las manifestaciones de mis diferentes egos a las que me tengo que enfrentar insufrible cada día, existe esa persona, o esa energía que es quien soy en realidad. Una verdadera yo en sintonía con todo lo demás. Lo difícil es matar al ego, aunque estoy en ello, de manera que ya os avisaré cuando se produzca su muerte. El mío es demasiado fuerte, ha ido apropiándose de todo aquí dentro y ahora es un okupa difícil de expulsar.
Creo que vivimos en una sociedad puramente egocéntrica, de manera que nos resulta muy difícil desprendernos de todas esas caretas con las que nos identificamos y nos hacen creer que somos quienes somos. Usamos muy mal el verbo ser, que confundimos a menudo con el verbo estar. Ser sólamente refleja lo que somos y no podemos cambiar: soy asturiana. Es un hecho, no puedo cambiar que he nacido allí. Sin embargo siempre digo: soy periodista. Como si mi profesión pudiese definir de manera absoluta quien soy. No es cierto, sería mejor decir que me dedico a eso, o estoy en ello en este momento, pero puede cambiar, como lo hará, en cualquier momento, y por tanto no me define en absoluto. Y este tipo de identificaciones del ego las escuchamos todos los días: fulanito es médico, menganito es abogado, como quien no tiene profesión es simplemente nada...La identificación con la profesión es una de los grandes lastres que arrastramos porque hacen muy infeliz a la gente. Han creado un sistema de castas profesionales que nos hacen asumir que si no eres esto o lo otro, como decía, no eres nada. Cuántas veces nos sorprendemos imaginando el futuro de nuestros hijos? Y qué nos imaginamos? Que serán abogados, médicos, en todo caso universitarios, como si por debajo de eso la etiqueta que les defina se quedara corta. Estoy convencida de que tenemos que terminar con eso y simplemente reconocer nuestras propias identificaciones (con una profesión, con un status social o económico, etc) ya es un paso hacia el desmantelamiento del ego.
Es cierto que pensamos demasiado, que damos muchas vueltas inútiles a la cabeza y que ya no tenemos silencio ahí dentro. Hay demasiado ruido, vivimos rodeados de ruidos y somos incapaces no sólo de escucharnos unos a otros, sino de escucharnos a nosotros mismos.
Este ha sido el resultado de mis meditaciones de los últimos días y he aprendido muchas cosas que ahora tendré que poner en práctica (siempre la fase más difícil).
Seguiré escribiendo y los próximos post serán menos filosóficos y con más humor....
Un beso a todos.

3 opmerkingen:

Anoniem zei

Buenos días por la mañana,

El libro que citas no lo he leído, cuando tenga tiempo prometo seguir el curso.

Creo que se acerca a la historia del ego y del superego. El ego es lo que somos intrínsecamente al acabar de nacer. Desde el primer segundo de nuestra vida se va alimentando el superego, es decir las expectativas, influencias, educación... que nos rodea.

Un ejercicio muy fácil es retrotraerte a cuando tenías 6 años. Dime, cómo eras entonces. Piénsalo unos minutos, reflexiona y entonces cuéntamelo, no lo que hacías si no cómo eras. Los 6 años es un momento clave en el que parece que empezamos a tener conciencia de nosotros mismos.

El resto de la vida la pasaríamos quitando esas capas de barniz que es nuestro superego para descubrir quiénes somos realmente, no cómo queremos que los otros nos vean, no respondiendo a expectativas de terceros sino a las nuestras propias.

Sabes, María? Nadie es perfecto, pero a mí me parece intuir cómo eres y con tus defectos y tus virtudes eres una persona maravillosa. Vuela, despega, pierde el miedo al vértigo y desayúnate el ego todas las mañanas. No tiene calorias!!!

Noticias Justas zei

Qué idea tan genial, no? La dieta del ego...revolucionaríamos el mundo...

Cómo era a los 6 años? Creo que era una niña que soñaba muchísimo, que inventaba muchas historias y pasaba el día imaginando que vivía en otro mundo distinto...me picaba toda la ropa y mi madre se empeñaba en ponerme mudas y bragas de perlé y chaquetas de lana...creo que eso me produjo la alergia tan bestial que sufrí en la adolescencia...entonces estaba delgada, no quería comer porque así evitaba que la ropa me apretara y me picara tanto...tenía madera naturista, creo. Me gustaban las guindas en orujo y las sopas de vino que hacía mi abuela. Me encantaba el pueblo de mi abuela, jugar a los ángeles de Carlos (que era el único niño en el pueblo de nuestra edad), bañarnos en el lavadero, hacer sopas de hojas, correr por el prado cual Heidi suiza. Era muy rubia y tenía el pelo largo, pero mi madre me lo cortó casi rapado...no sé si porque tuve piojos, creo. Fué un año de accidentes; me corté el culo con un cristal y me dieron un montón de puntos (aún tengo la cicatriz)...tuve que ir al cole con una cojín dos semanas...en Llanes en el verano me clavé un clavo en el pié y también puntos...y luego ese mismo verano, se me clavó el freno de la bici en el muslo (también conservo la cicatriz) y me dieron una crema que tenía que echar sobre los puntos para que secaran y no se infectara la raja....Creo que ese año 1976, me pusieron la inyección del tétano como tres veces...
Era fan de Marco...el del puerto italiano.
No recuerdo mucho más...

Sí, las teorías de Tolle tienen que ver muchísimo con el ego y el superego, el yo y el superyo. Te pasaré el libro. El curso creo que aún lo puedes ver online.

Un besito

Laura zei

Seguro que a los 6 años eras una chica guapa y feliz, sanota como todos los asturianos, pero hoy eres una mujer guapa que también debe ser feliz porque tiene seres maravillosos que la quieren, la oportunidad de hacer cosas grandes con su vida y un talento poco común para poder realizarlas.
¿Sabes María? yo he aprendido mucho escuchándote, he descubierto cosas que había perdido siguiendo tus consejos y he encontrado momentos de felicidad en medio de mis miedos sentándome aquí para leer lo que escribias o leyendo lo que me escribias a mí.
Si esto es consecuencia de tu ego, o si es el yo que se esconde detrás de ese ego, no lo sé, pero sí sé que sea como sea tu tienes al igual que Ale algo mágico, tal vez vuestra herencia asturiana, que os convierte en seres grandes en medio de tantas y tantas personas vulgares y miseras que no son capaces de escuchar o de entender.
Así que ánimo con tu nuevo trabajo y encuentra todo lo que estás buscando, porque lo llevas dentro y solo tienes que dejar que fluya para darte cuenta de que eres, sinceramente, una persona especial.

Un beso fuerte desde Ávila