Si os habéis quedado con la duda os diré que el cabrón de Nicolás no sólamente no se llevó los 20 K que le pedí sino que me dejó otros 4 por lo menos. Así las cosas paso ya de pedir regalos a nadie más. Pondré en marcha los consejos del famoso librillo de El Secreto...si quieres algo no es suficiente desearlo, sino que tienes que actuar como si ya lo posees. De manera que si uno quiere adelgazar y dejar de ser gordo tiene que comenzar a comportarse como si ya estuviera delgado. He intentado ayer ponerme unos pantalones de la 38, a ver si así puedo llamar la atención de las leyes del universo y que me reduzcan el cuerpo hasta esas medidas platónicas. El pantalón no subió de las rodillas y evidentemente no podía salir a la calle de tal guisa, así que opté por ponerme el sayón de la 48 pero con ropa interior de cuando me casé, que vino a ser la experiencia más próxima a llevar un tanga. Me acordé del famoso monólogo de Gila, cuando contaba que su tía al llegar a casa y quitarse el refajo era lanzada contra la pared porque tanta fuerza cósmica de desparrame de carnes movilizaba las masas más pesadas. A mi me pasa otro tanto de lo mismo.
Faltan dos días para las vacaciones y llega de nuevo, un año más la Navidad. Estoy hasta el moño de que todo el mundo se desee felices fiestas, cuando todos sabemos de sobra que estos días se han convertido en una auténtica pesadilla de gastos, comilonas, reuniones familiares y consecuente stress. No es de extrañar que el colesterol suba por los aires en estas fechas. Pero somos carne de tradiciones y seguimos tropezando mil veces en la misma piedra. Yo os deseo a todos lo que os deseo siempre: paz. Porque cuando uno esta en paz puede con todo.
UN ABRAZO.....
SENTADA EN EL PARQUE.
1 jaar geleden