No lo puedo remediar...no soy capaz de hablar sin decir tacos. He intentado de todo: meter 1 Euro en un bote cada vez que suelto un taco, cambiar los tacos por otras palabras que comiencen de la misma manera...Lo único que he conseguido es ser más pobre en el bolsillo y más rica en el bote y parecer una cursi insoportable diciendo: miér..coles, jo...pelines, gi..ralda.
Mi afición innata a los tacos tiene un explicación lógica. Nací en la cuenca minera asturiana y no es que los de la cuenca seamos todos unos mal hablados, sino que esa manera de hablar es nuestra lengua indígena. Desde que eres pequeña oyes tacos metidos en la conversación de una manera habitual. Vas por la calle y le dicen a tu madre: "Coño, Isabel, qué guapes están les tus nenes" (porque en la Cuenca hablamos mal pero somos guapos por naturaleza, ya se sabe, la ley de la compensación)...Que el domingo después de misa vas con tus padres a Requejo a tomar una botella de sidra, no oyes otra cosa: "Esta sidra está de puta madre", o "Coño Herminio, trae otra botella haz el favor que esta ye una auténtica mierda, déjala pa vinagre". Así, uno crece asimilando esas palabras como parte de su propio universo linguístico particular, y eso sí, sin ánimo de ofender a nadie, porque frases como: "Cago en Dios, el CD que me pasaste tá de puta madre", es un elogio al buen gusto musical de una.
Alguien me recomendó que cambiara el idioma y que sólamente, aunque estuviese hablando en español, dijese los tacos en holandés. Pero vamos a ver, a mi los tacos holandeses me parecen una mariconada. Cómo puede considerarse un taco a una expresión que viene a decir "que Dios me maldiga!". Me recuerda a los cuentos de Axteris "Por Tutatis, que el cielo se desplome sobre nuestras cabezas!" Los españoles somos más espabilados a la hora de maldecir, ya que nos vamos a cagar, lo hacemos en otra persona o cosa, no en nosotros mismos, y así la cagalera te puede dar en muchísimas situaciones: mecago en la mar, mecago en la ostia, mecago en tu madre, y para los finolis de mecago en sanpitopato, etc. La única versión que conozco de cagarse en terreno propio es la asturiana de mecago en mi mantu (que pa eso se puede lavar).
De manera que no me imagino yo pidiendo a Dios que me maldiga a mi misma o cosas por el estilo. En inglés los tacos los domino de igual manera que en español. Soy adicta al fuck, shit, y últimamente a ese tan fino de Holy Cow! (que debió nacer de una visita a la India o algo así). Pero me siento más identificada con los míos, suenan mucho mejor, tienen un ritmo musical que todavía el fuck en todas sus variedades no ha conseguido. A mis amigos anglosajones les encanta cuando digo gilipollas, porque a ver, quién me va a negar que no es una palabra sonora. Otra cosa que me gusta de los tacos españoles es que se pueden usar no sólo para insultar, sino de manera cariñosa, algo que nos han copiado los americanos pero que no les ha salido bien, porque aunque ahora esté de moda llamar a todo el mundo bitch, la sociedad en general sigue pensando que es despectivo y de mal gusto. Sin embargo, tú le dices a una amiga cariñosamente: "Joer chatina, qué cabrona eres, qué vestido tan mono te has comprado", y quedas como Dios.
Bueno pues nada, que no me reformo. Cada vez que lo intento vuelvo a la tierrina y me dicen eso de: "Ay fía, que te pasa en la boca, ne? Qué vas de fisna ahora, nun ves que tienes una pata en la puta cuenca, joder? Venga cabrona, que tas muy guapa, vamos a tomar unes sidres"...Y no me queda más remedio que la reintegración, porque si contesto con un : "Ay, que Dios me maldiga, si sigo siendo la de siempre", seguro que me cae una ostia por repipi.
dinsdag 22 januari 2008
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1 opmerking:
Coño guaja, qué bien escribes!
Los tacos holandeses que menos me gustan son los de las enfermedades, pero hilan finos los holandeses, eh!, que en esos casos te dan un paracetamol y a correr. Me cagun el paracetamol de los webs!
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