Mi madre se está volviendo loca intentando conciliar la vida profesional de una free-lance con su labor de ser mi mami. Entiendo que esto a ella le cause mucho estrés, aunque hoy en día cualquier cosa causa estrés a los mayores, pero lo que no se da cuenta es que a mi esta fórmula también me está afectando. Me muero de verguenza cuando mi madre lleva el portátil al parque infantil y todos los niños se la quedan mirando mientras las mamás la disculpan por lo bajinis diciendo que es extranjera. Además le he dicho a todos los niños que mi madre es periodista pero no se lo creen porque como somos de la generación audiovisual sólo concebimos un periodista con una cámara o con una alcachofa en mano, pero no con un ordenador como si fuera un ratón de biblioteca digital.
Cuando llegamos a casa del colegio me enchufa un rato la tele para seguir escribiendo. A mi no me importa porque me encanta ver Barbi Mariposa una y otra vez pero cuando le pido que me traiga algo de comer o de beber o que me lleve a hacer pis, me dice que ya soy mayor para hacerlo yo solita. Eso no me gusta nada y me pongo a llorar desconsoladamente como esa Scarlatta de una peli viejísima que le gusta a mi madre mucho. Al principio no cuela, pero luego dice que así no se puede trabajar, que le corto la inspiración y viene a discutir conmigo, pero viene al fin y al cabo. Odio además el móvil de mamá porque se lo lleva a todas partes y últimamente está siempre hablando con alguien y se pierde todas mis piruetas en el tobogán y cómo me columpio ya sola. Ya le puedo gritar superando los decibelios permitidos en cualquier vecindario que se precie, que ella se gira, me sonríe y sigue hablando y yo sé que no ha visto nada porque no viene como antes a darme abrazos y besos y decirme que soy la nena más guapa del mundo.
Esta semana no se lo he puesto muy fácil. He comenzado al colegio y la primera semana lloré todos los días a ver si se ablandaba y me llevaba a casa con ella. No coló. Ella también lloraba un poco pero se iba y me dejaba allí sola con todos esos niños a los que apenas conozco y una señorita nueva que no deja de sonreir y decir que somos unos niños muy guapos. Eso no es verdad, porque yo sé que soy muy guapa porque me lo dice todo el mundo, pero hay niños en mi clase que los pobres a lo mejor tienen una belleza interna de la leche pero el exterior deja mucho que desear, de manera que todos no somos guapos, sólo algunos. Los mayores mienten mucho. Eso le pasa a mi madre porque siempre dice cuando te venga a recoger vamos a jugar y hacer muchas cosas juntas, y luego siempre termina pegándose al ordenador porque dice que no le ha dado tiempo a hacer esto y lo otro, y yo tengo que jugar sola o con mi vecina. Estoy contenta de que mi vecina vaya a mi mismo colegio y a mi misma clase. Jugamos todo el rato juntas y nos disfrazamos de princesas y bailarinas al llegar a casa. Como mamá está siempre escribiendo nos deja hacer lo que queramos y el otro día nos maquillamos con ojos azules y labios rojos y estábamos guapísimas.
La verdad es que mi madre anda muy liada y espero recuperarla pronto cuando termine este trabajo. Prefiero que se dedique a lo de clavar agujas porque además eso queda muy bien cuando otros niños te preguntan qué hace tu madre. Les dices: "clava agujas!"...Eso acojona mucho (perdón, dice mi madre que no puedo decir tacos sobre todo en español que son muy fuertes y suenan muy mal, sólo me deja hacerlo cuando vamos a la cuenca minera).
Bueno, me voy a jugar y cualquiera de estos días volverá mi madre...
SENTADA EN EL PARQUE.
1 jaar geleden