maandag 9 maart 2009

Briana baja a la ría

Briana bajó tranquila por la vereda que iba a dar a la parte alta de la ría. Siempre que podía, se sentaba a descansar en unas piedras de la orilla desde las que tenía una buena visión general del puerto. El bullicio incesante del ir y venir de gente y mercancías, era una especie de regalo melódico para unos oídos tan solo acostumbrados al trinar de pájaros y la danza de las hojas del bosque de encinos, lugar donde pasaba la mayor parte del tiempo, acompañando a su tío, Gran Druída del poblado. Respiró profundamente intentando impregnar todo su cuerpo con aquel olor penetrante de la ría. No podía perder más tiempo ya que su tío la había enviado a recoger unas hierbas al barco que había llegado de tierras lejanas, el mismo barco que en poco tiempo la llevaría a ella para continuar sus estudios en el Cors de Avalon. Acarició la fría piedra bajo sus muslos y apoyándose en ella con sus manos se incorporó de un salto y continuó el camino, no sin antes volver a mirar a la ría, con sus profundas aguas verdes, con su olor de mar salado y de río dulce. Caminó por el sendero de la orilla, despistándose de cuando en cuando a observar una planta o cortar alguna rama de muérdago. Sabía por su tío que el mejor era aquel que crecía en los Nementons, al pie de las encinas. Pero ella prefería el que crecía al pie de la ría, sus colores eran más vivos y desprendía un aroma especial.
La mezcla de risas, voces, música y ruidos varios iba aumentando el volúmen a medida que se acercaba al puerto. Pasó como siempre por delante del puesto de Niera, una vieja que era famosa por su habilidad para elaborar las mejores sandalias de cuero. Niera proveía a los guerreros de su tribu con sandalias resistentes y bien cosidas, que al final de cada invierno remendaba para que durasen hasta el próximo año. Hacía unas lunas había enfermado y tuvo que guardar cama varios días, hasta que el Gran Druída pudo ayudarla con unas hierbas. Briana se paró a saludarla para interesarse además por su salud. Niera tenía buen color y había ganado peso. Se alegró de ver a Briana y le dió un bonito saco tejido a mano para el Gran Druída. Dentro estaban las sandalias más bonitas que Briana había visto nunca. El cuero era de una excelente calidad, liso y brillante. Las tiras enlazaban toda la base y luego se entretejían en la parte frontal que sujetaría al empeine, en un increíble enlazado de cuerdas de cuero teñido en varios colores, que eran lo suficientemente largas para poder ajustarse hasta debajo de las rodillas. Sonrió y abrazó a Niera, sabía que su tío iba a estar feliz con tan lujoso regalo.
Divisó a lo lejos el barco. Los marineros eran casi todos pelirrojos, como la tribu de la vereda de abajo, que descendían también de la vieja isla del norte. Hablaban una lengua extraña, aunque no para Briana, que había sido instruida desde pequeña por su tío en esa y otras lenguas con las que sin duda iba a tener que comunicarse durante su estancia en Avalon. Aunque había estado deseando el momento de partir, a medida que se acercaba la fecha se sentía más intranquila. Sabía que echaría de menos su poblado, su gente, sus paisajes verdes, su ría, y sobre todo a su tío, quien tras la muerte de su madre a pocos días del parto, se había hecho cargo de ella. El padre de Briana había muerto años antes, en una batalla sangrienta defendiendo el pueblo de una invasión de algunas tribus de la meseta. Había crecido por tanto bajo el manto de su tío, protegida por él y por todos, ya que el Gran Druida era venerado no sólo en su poblado sino en toda la comarca. Sus amigos habían sido los pájaros, los árboles, las hierbas y el murmullo de la ría. A los cinco años, durante el Festival de la Diosa Ishtar, cuando la liebre, símbolo de la fertilidad, regalaba huevos a todos los niños como símbolo de la nueva vida, su tío le dio la gran noticia de que al cumplir los 17 ingresaría en el Cors de Avalon, por lo que no había tiempo que perder con su formación. Briana sería una Druída.
Perdida en sus pensamientos no pudo ver al pobre muchacho que caminaba en su dirección con la vista bloqueada por una montaña inmensa de paquetes. El choque fue inevitable y toda la mercancía quedó desperdigada por el suelo. Briana se llevó las manos a la boca intentando contener un grito asustado, pero en su lugar salió la risa y no supo evitar que ésta terminara convirtiéndose en carcajadas. El muchacho la observó primero sorprendido y quizás un poco enfadado, pero luego se puso a recorrer el rostro de Briana, el mar de sangre de sus mejillas, el verde claro de sus ojos, sus rizos cayendo sobre los hombros de un color indefinible, como si el brillo dorado del sol hubiera quedado prendido en la corteza de una encina. Los ojos de ambos terminaron por encontrarse y fue entonces cuando Briana dejó de reir y él dibujo en su rostro la más bonita sonrisa que ella hubiera visto jamás.

donderdag 5 maart 2009

País cangrejo

Pues andan todos revolucionados los alcaldes de izquierdas de nuestra querida España con la manga ancha que les ha dado la Ley de la Memoria Histórica pa quitar monumentos no deseados. Vimos caer hace tiempo la estatua del Generalísimo montado a caballo y desde entonces no han parado de caer año tras año otras tantas, así como fotos, nombres de calles, etc. Pero en las últimas semanas se producen estos cambios a un ritmo casi incontable, lo que a muchos les hace pensar que quedan muchas cosas en España aún que nos recuerdan o rememoran la dictadura franquista. Pero hombres de Dios, no podía ser de otra manera, quiero decir que Franco estiró la pata en el 75, osease que por quedar quedo hasta yo, que nací antes de que el jefe la espichara...es que van a terminar también con todos los que vivieron o nacieron durante los cuarenta años negros de historia? Hay que matar al abuelete de hoy que en sus años jóvenes cantaba el cara al sol antes del cole y no conocía más padre nacional que el Paco, aunque hoy sea un abuelete progre y reformaó? Tenemos acaso que cargarnos a Víctor Manuel que en su día dedicó canciones al Caudillo, después actuaciones gratis a Carrillo y hoy se pone la Z de Zapatero como el zorro mejor pintaó?
Yo me pregunto si no estamos acaso sacando las cosas de quicio. Que quede claro que esto de cambiar nombres a calles y esas cosas no es una novedad de la Ley de la Memoria Histórica, que yo nací en un Mieres cuya calle principal se llamaba Avenida de Jose Antonio y entrados los ochenta se pasó a llamar Manuel Llaneza, y no veais que lios se montaban los carteros...En Barcelona a principios de siglo se cambiaron muchos nombres de calles que hacían referencia a la cultura española (calle de Antonio Machado) por chorradas como calle Aristóteles. En fin, que puestos a cambiar la historia, tendríamos que deshacernos de la Mezquita y de la Alhambra, que son un recuerdo de la invasión islámica que sufrió nuestro país sin comerlo ni beberlo, hasta que, y no quiero resultar pedante, nosotros, los asturianos, os libramos a todos de ellos gracias a la gran técnica del manejo del tirachinas que tenían los ejercitos pelayinos. Claro que los moros nos dejaron una exquisita arquitectura, un conocimiento de la medicina y la ciencia que envidiaba toda la Europa bárbara del norte, y un cierto refinamiento del macho español que pasó de no bañarse nunca a hacerlo como menos una vez cada dos años....Ah, sí, claro, Franco sólo nos dejó pantanos...así que se zurzan sus monumentos!
Lo cierto es que todo este quita y pon de piedra, cruces, nombres y demás historias, suena un poco a Kramer contra Kramer. Son estos del PP y del PSOE como un matrimonio que lleva años negociando un duro divorcio del que nadie se beneficia y los que sufren como siempre, los hijos, los ciudadanos de a pié, que no tiene ni puñetera idea de quién fue el hijo puta que denunció al guelín de Zapatero y sólamente sabe que a partir de ahora tendrá que cambiar todas sus tarjetas y demás documentos porque le van a rebautizar la calle con el nombre de alguno de los más ilustres personajes del Gran Hermano. O paga el vecino del pueblo ese del que han quitado una cruz de la plaza del pueblo que en su día se instaló para homenajear a los caídos del bando franquista, pero que desde hace años sólamente tiene el simbolismo de ser el punto de quedada de un puñado de jóvenes antes del botellón. Pues la quitan y pondrán ahora cualquier gilipollez que haga honor a la vida multicultural, en un pueblín de 6000 habitantes que había enterrado la guerra y sus muertos casi casi poco más tarde que el cerrar de cripta en el Valle de los Caídos...El famoso Valle, que ahora van a transformar en un Museo de los Horrores, y porqué no, digo yo, en un museo de los Errores, que al fin y al cabo es lo que mejor se les da a todos los políticos de nuestro país.
Yo creo que uno tiene derecho a saber dónde está enterrado su padre, a sacarlo de una fosa común y darle sepultura como cada uno quiera. Lo demás, me parece una absoluta tontería. La historia es la historia. En España hay una generación que está empeñada más que en hacer justicia, en borrar memoria. Yo pertenezco a esa generación desmemoriada a la fuerza, porque otra se empeñó entonces en mirar pa lante y hacer borrón y cuenta nueva en pro de la democracia...Somos un país cangrejo, qué le vamos a hacer...