dinsdag 30 september 2008

Un día cualquiera

Hoy no me he levantado dando un salto mortal, sino que más bien casi no me puedo levantar. Anda la nena malucha, con síntomas que anuncian gripe otoñal y a las tres de la mañana, como un reloj, se nos planta en nuestra cama. Se echa en medio de los dos, con los pies sobre mi cara y la cabeza a la diestra del padre. Los pies de una niña de cuatro años pueden llegar a oler fatal a las tres de la mañana, sobre todo cuando te los frotan constantemente contra la nariz. Por si fuera poco, no viene sola. Se trae a toda su familia: Oso, un peluche que tiene desde que nació y su adquisición más reciente: Hipo, otro peluche que como su nombre indica, reproduce un paquidermo de 1 metro de largo y colores varios nacido en Ikealandia, vamos, que es sueco. Me los planta detrás de mi espalda y no veas la gracia que me hace encontrarme con la cara espantosa del Hipo cada vez que me doy la vuelta. Aunque mejor eso que sus pies, todo hay que decirlo.
Suena el despertador a las 7 de la mañana y una no quiere más que irse de nuevo a dormir aunque sea agarrada a dos peluches irritantes. El churri comienza su actividad frenética de afeitado, peinado y lavado, planchado de traje y corbata y cepillado de dientes automático durante 20 minutos. Joder, no me extraña que el dentista tenga una foto de él como su cliente modelo, nunca he visto a nadie querer tanto a sus dientes. Terminados los suyos, regresa a la habitación con el cepillo eléctrico rosa princesa para ponerse a limpiar los piños de su retoña, que tienen que lucir limpios y brillantes como los de él. Yo que uso Paradontax me doy con un canto en los dientes si resisto el cepillado cinco minutos, porque la pasta esta será buenísima, pero parece que uno se está limpiando los dientes con caca de caballo, como hacían al parecer en la época medieval. Mientras yo salgo poco a poco del letargo, padre e hija comienzan su día al uso: hiperactividad total: risas, juegos, cantos, voces... Consigo incorporarme en el lecho comunal y descubro que Laura ha debido darse de ostias con sus peluches durante la noche porque tiene los ojos hinchados y morados. Tiene una conjuntivitis tan grande como su Hipopótamo. Le limpio los ojos y la invito a quedarse en casa hoy, pero no cuela, demostrándome que genes mios tiene pocos: "No mamá, yo quiero ir al cole". Su padre la mira orgulloso mientras se ajusta la corbata.
Intento convencerla pero no cuela, yo que pensaba que nos podriamos quedar más en la cama y además tendría una excusa perfecta para no ir al gimnasio...pero no hay tu tía, la nena erre que erre y al colegio se va.
En el gimnasio apenas podía levantar las piernas. Los amarres de la cama de pilates pesaban más de lo normal y en la trill-plate esa vibradora sentía mi cuerpo convertirse en una gelatina enorme que bailaba a cien por hora. Llovía a mares. Llueve aún. Hay viento. El día está gris. Me he ido de compras a gastar el dinero que no tengo para ayudar a los comerciantes a superar la crisis. Y sí, me he comprado por fin un maldito jersey color petróleo que seguramente nunca me pondré, porque a mi el petróleo nunca me favoreció a la cara. Pero es que coño, esta temporada o te vistes de monja gris de los pies a la cabeza, o te mojas como es debido y te tiñes de petróleo. En mi época yo creo que llamábamos a este color índigo, pero como los tiempos cambian, ahora lo llaman petróleo o Prestige si tira a negro y brilla.
De vuelta a casa me he puesto a ver el programa de Redes donde Punset nos invita a imaginarnos un mundo donde podamos intercambiar nuestros genes no sólo con plantas y animales, sino entre nosotros mismos. Entrevista al Nobel Hamilton Smit, un biólogo molecular que ha conseguido reproducir sintéticamente un kit de genes completo de una bacteria, molécula a molécula. Mi güelu conseguía unas cerezas cojunudas haciendo injertos de diferentes cerezales y guindos. Así que los de la cuenca minera somos pioneros en ingeniería genética. Al parecer en el principio de los tiempos todos los organismos intercambiaban genes entre sí y tenían la capacidad de asumirlos como propios. Yo intercambiaría gustosa con quien quisiera mis genes de tendencia al comer por los genes de una anoréxica. Podríamos hacer un poco de balance yin-yang y solucionar nuestros problemas. Así que estoy dispuesta al injerto en cualquier momento. Con mis amigos creo que intercambiamos si no genes, buen rollo, energía, good vibes, que dicen los Californianos. Me imagino por tanto un mundo de intercambios en plan cromos repes sin problemas, pero eso de diseñar vida....Primero habría que definir qué es vida...pero eso es harina de otro costal y en todo caso, tema para otro post...me las piro vampiros!

vrijdag 26 september 2008

Dao De Jing

La gran mayoría de las personas qué vacía y mal se siente, es porque usa las cosas para deleitar su corazón,en lugar de usar su corazón para disfrutar de las cosas.

Es uno de los dichos daoistas (o taoistas como diríamos lo de mi generación que hemos crecido con las transcipciones del mandarín y no de pinyín) más bonitos que conozco. Aún así lo olvido a menudo. Creo que voy a hacerme de nuevo con el librito del Dao De Jing del maestro Lao Zi (Lao Tzu) y releerlo para ver si una vez por todas, quince años después de su primera lectura, soy capaz de ver la luz y encontrar el camino, el Dao. Uno sólo puede emprender esa tarea por sí mismo, ya que como dice el maestro, el Dao que puede denominarse como Dao no es el verdadero Dao, que más o menos quiere decir que o tú te lo buscas y tú te lo experimentas, que como te lo cuente el vecino del quinto o tu mejor amiga, nada de nada, es otro camino y no el tuyo. Osease que aquí comienza el cuento del individualismo y la soledad intrínseca del ser humano. La iluminación divina, la respuesta a la eterna pregunta de quiénes somos y a donde venimos, el nirvana o la salvación cristiana, no se puede (por más que se empeñen algunos para fortalecer sus sectas) experimentar en grupo, es un acto de soledad absoluta. Quizás porque sea llana y simplemente el encuentro con uno mismo lo que propicia esa iluminación. Quizás porque el camino esté dentro de nosotros mismos o seamos cada uno de nosotros. Lo cierto es que nada de fiesta tupperware (o tuperbare pa entendernos todos) en plan invito a mis cuarenta mejores amigas a tomar un pincho y les vendo la historia del Dao en un pispás...No, el Dao es cosa de cada uno, y ya lo decía mi abuela que es muy sabia: "cada uno en su casa y el Dao en la de todos", y eso que mi güela no era china, sino del corazón negro de la cuenca minera, que son pal caso, si no tan sabios, al menos tan chulos como cualquier Chu Lín de la china mandarina o pinyina.

Así las cosas, sigo en busca del Dao porque me quiero iluminar. He comenzao a vivir en sintonía con la naturaleza que me rodea, que es eso sí, poco natural y bastante prefabricada, pero naturaleza al fin y al cabo. No he dejado de comer carne (aún) pero abuso frecuentemente de la comida china, que digo yo que como Lao Zi era chino debe de contar puntos al menos. No pretendo la inmortalidad, como hacían los daoistas de antaño, ni siquiera la iluminación intelectual o divina, sino simpemente una pista que me ayude a comprender un poco más de qué va esto que llamamos vida. Como por ejemplo porqué muchos sinvergüenzas viven como Dios y la gente buena tiene que aliarse poco menos que con el diablo pa salir adelante...en fin, esas cosas típicas y tópicas del mundanal ruido. Aunque seguro que no encuentro respuestas claras en el Dao De Jing, ya que plantea un universo casi matemático, una filosofía numérica, y a mi eso de los números nunca se me dió bien y por eso doña Mercedes tenía que ofrecerme misericordiosamente clases particulares gratuitas en su casa pa que aprobara los finales. Claro que yo siempre pensé que la pobre lo hacía por tener algo de compañía de una niña fantasiosa que se inventaba historias sobre los orígenes del infinito y jugaba hacer retratos con un seis y con un cuatro...

Retomando el tema de la iluminación, quizás me salga más rentable preguntarle a mi amigo Kiko (amigo por extensión fraterno-digital), que parece ser que es uno de esos illuminati que andan sueltos por el mundo y que dicen ser Dios. Si Nietzsche levantara la cabeza....En fin, quizás estas Navidades, tomando una sidra, que siempre se ve todo mucho mejor, puedas explicarme cómo encontrar el Dao, cómo dar sentido a esta vida que de cuando en cuando nos afixia con interrogantes como esos de quién coño soy en realidad?; a dónde narices voy?; porqué aún dejando de comer sigo sin adelgazar?; de quién he sacado este culo y estas caderas si en mi familia todos son escuchimizaos de barriga pabajo? y porqué, viniendo de donde vengo, una cuenca minera borracha y dinamitera, revolucionaria y tirá palante, tengo tantos comederos de coco y me emborracho con sólo mirar a una botella?...porqué porqué? Iluminame, muéstrame el Dao, el camino, el sendero, joder, aunque sólo sea el número de la autopista y así lo puedo meter en el Tom Tom....

dinsdag 23 september 2008

ASESINOS

Querido Benjamín y otros lectores que se hayan sentido ofendidos;
A mi no se me caen los anillos por llamar ASESINOS a quienes los son. Evidentemente quien mata y sobre todo matando como matan algunos, son evidentemente, ASESINOS, con todas las letras. No era la intención de mi entrada el discutir eso. Discuto simplemente el tipo de ASESINOS que son. Para mí son unos payasos auténticos que van para encima de intelectuales. Nunca en mi vida he defendido a esa panda de ASESINOS ni a nivel profesional como periodista ni a nivel personal. Mis amigos y mis colegas saben muy bien que soy una mujer de principios y con las ideas muy claras a ese respecto. Esos ASESINOS payasos nunca me han matado a un hijo, tiene usted razón, pero sí hicieron saltar en pedazos al hermano de una querida amiga, destrozando en ese mismo momento la vida de todas las personas que le querían y le respetaban. Así que en cierta manera, he vivido de cerca el dolor que andan repartiendo por ahí esos ASESINOS que para mí sí son unos auténticos imbéciles. Dice el diccionario de la RAE que un imbécil es uno que anda escaso de razón, un débil. A mi los ASESINOS de ETA me parece que andan no escasos sino faltosísimos de razón. Y sí, son débiles, porque son cobardes. No me parece que use ningún eufemismo. Quizás estamos acostumbrados a tener que decirles cosas más fuertes desde nuestra indignación, desde el dolor y la tristeza. Pero no quiero maldecir a sus madres, que a lo mejor bastante tienen con tener unos hijos imbéciles. Así que me quedo con la palabra que les va, porque no voy a emplear en ellos ni un minuto más de mi vida, de mi pensamiento, de mi dolor.
Cuando estudié Periodismo en la Complutense, acababa de realizarse un estudio muy interesante sobre la publicidad gratuita que los medios de comunicación le daban a la banda. Si ETA ASESINA tuviera que pagar por cada segundo que directa o indirectamente se le dedica en la tele, en la radio o en los periódicos, superaría el PIB nacional de los EEUU. Con eso se lo digo todo. Los eufemismos de la banda los combato siempre. Cuando leo en un periódico holandés eso que puso de moda Aznar de la Banda del Movimiento de Liberación Vasco, les escribo o llamo inmediatamente. No es la primera vez, y desgraciadamente no será la última, que llamo directamente a un colega holandés para explicarle la diferencia entre Banda de Liberación y Banda de ASESINOS. Así como otros muchos eufemismos que utilizamos día sí y día no en España para hablar de ETA: impuesto revolucionario...??? No es más claro chantaje económico?..Zulo (una palabra del euskera que el castellano ha importado gracias a ETA): agujero subterráneo de dimensiones reducidas y escasa ventilación....etc....etc....etc...
Agradezco sus comentarios en mi blog y no pretendo que todos piensen como yo, ya que precisamente eso me diferencia de ellos, la capacidad de asumir que hay muchas opiniones y que todas pueden convivir juntas sin faltar el respeto (agradezco mucho la elegancia y educación con la que ha hecho sus comentarios, puesto que he recibido otros peores).
Y ahora ya, no dedico ni un minuto más a esos ASESINOS.

maandag 22 september 2008

ETA me da risa

Me da la risa porque las lágrimas por los muertos que va sembrando en su nombre ya las van a llorar la familia y los amigos de estas víctimas. ETA me da la risa porque son una pandilla de imbéciles jugando a matar para llamar la atención. Son como un niño en los "terrible two" pataleando en el suelo y rompiendo cosas como una manera de gritar al mundo: "mirárme, estoy aquí, soy pequeñito pero aquí estoy". ETA es así, pequeña, y dentro de su pequeñez no puede hacer nada más que el gilipollas, hablando alto y claro. Y me dirán ustedes que darán risa y serán pequeños, pero matan. Señores, matar es la actividad más fácil del mundo, a la vista está si uno lee los periódicos a diario y ve la televisión. Cualquier imbécil puede matar utilizando métodos caseros o incluso métodos más sofisticados cuya receta está al alcance de todo aquel que sepa darle a una tecla en el ordenata y buscar en internet. La muerte, queridos míos, es la cosa más sencilla del mundo y el precio de carne humana está tan por los suelos como el de la bolsa.

Así que ETA me da la risa porque son un puñado de imbéciles haciendo cosas fáciles porque no saben hacer otra cosa mejor. Lo jodido y lo difícil es usar la cabeza y defender las ideas con la palabra y la ley. Eso requiere un cierto nivel intelectual que los niños de ETA no tienen. Hablar euskera de ikastola no eleva el CI de unos niños que con poco mobiliario en la sesera, poco más pueden hacer que destrozar el municipal rompiendo lunas, quemando autobuses, y de cuando en cuando, en un acto de cobardía que ellos no entienden como tal, hacer lo más fácil de todo: matar y por la espalda. Así que me dan la risa porque son unos auténticos payasos. No voy a llorar más porque los imbéciles de ETA comen de nuestras lágrimas. Me reiré de ellos, me reiré a carcajadas ante su estupidez. Sé que como yo, hay también muchos vascos que se parten de la risa pensando que estos niñatos etarras se quieren creer que el pueblo vasco es tan imbécil como ellos para dejarse regir por una banda de cobardes. Los vascos tienen muchos cojones para dejarse guiar por una panda de desgüevados.

vrijdag 19 september 2008

Unas líneas

Hay días en los que una se levanta con cabeza de Levante. Los gaditanos saben mucho de estas cosas. Yo he tenido esta cabeza muy a menudo, lo que pasa que después de una visita a Cádiz en plena temporada de vientos, uno puede adjetivar mejor lo que pasa por la parte superior de su hemisferio corporal. Es curioso que los Chinos llaman al dolor de cabeza viento. Tener viento en la cabeza significa que el Qi anda tan revolucionado que la energía enloquece y no sigue la ordenada circulación meridiana como es costumbre. De la misma manera que el viento revuelve todo, levanta, eleva y despoja a todas las cosas de su orden establecido.
Mi cabeza se ha llenado de viento y digo yo que es Levante porque no duermo bien, tengo un poco de melancolía y el corazón encogido. Así las cosas, la vida sigue, continúa con su rutina pausada y llega, poco a poco, entre rayito tímido de sol, el frío. Ayer mismo, me quedé entumecida en el parque mientras Laura se columpiaba feliz mirando al sol. Era un sol de luz, pero sin calor. Los días se han vuelto de repente mucho más cortos y cuando el despertador suena por las mañanas todavía no ha amanecido, como era el caso hace apenas unos días. Esta llegada temprana del otoño es quizás lo que hace que tenga cabeza de Levante, o que el Levante me inunde de la cabeza a los piés, a pesar de que aquí el único viento que sopla y de manera cruel, es el del mar del Norte.
He caminado de vuelta del colegio, a orillas del canal que divide este barrio joven, en plena expansión por la verde ladera del Rin. Sumida en mis pensamientos he pasado al lado de un señor que pese al frío, pero aprovechando esos rayos de sol tan preciados por los holandeses, arrancaba las malas hierbas de su jardín. Sin haberme apenas dado tiempo a sonreir educadamente y arrancar un "buenos fríos días" de mis labios, el anciano se me ha adelantado y en perfecto inglés me dice:

- A penny for your thoughts..
- Hombre, hace mucho tiempo, que al igual que la Cindy Crawford, dejé de levantarme de la cama por tan poquito dinero...

El anciano me sonríe y se incorpora de su posición quitamalashierbas. Se sienta en un banquito de su jardín y se dispone a comenzar con ese ceremonial de liar tabaco que en Holanda es tan común para ahorrar unos céntimos en el vicio.

SEÑOR: La veía venir muy concentrada, con esa expresión en la cara uno sólo puede estar pensando cosas profundas.
YOMISMA: Qué quiere que le diga, yo más bien estaba buscando en las profundidades algo en lo que pensar. (Por no decir la verdad absoluta de que en realidad estaba maldiciéndome por haberme olvidado el pañuelo en casa, mientras que este frío rociero me estaba haciendo agüillas en la nariz).

S: Usted no es holandesa, verdad?
Y: Pues usted verá que con este acento no le puedo engañar y decir que nací en Friesland, por ejemplo.
S: En Friesland no, porque yo soy de allí, pero usted más bien suena del sur, me atrevería a decir belga.
Y: Uy, se ha parado usted demasiado rápido, soy del sur, pero más sur, más abajo en el mapa. Soy española...
S: Oh, española!....(Sus ojos se entornan en el vacío de los recuerdos e incluso me parece percibir que se empañan de una neblina gris y acuosa)...Pasé mucho tiempo en España durante la guerra civil...
Y: Vaya, la mayoría de gente se quería ir del país por aquel entonces...supongo que no se iría usted de veraneo...
S: No, fuí a luchar contra Franco.
Y: Yo he venido a devolverle el favor, estoy luchando contra Balkenende, pero no hay manera de que mis votos cuenten.

El anciano se ríe y arranca una malahierba alta a la altura de su mano izquierda. Sus ojos vuelven a perderse en sabe Dios dónde y entonces soy yo la que daría más de un Euro por ver una nube rápida de sus pensamientos. Se levanta, me sonríe y se agacha de nuevo sobre su jardín.

S: Este clima es muy malo para los españoles. Esta humedad nos come los huesos por dentro.
Y: Es cierto, pero echo más de menos la luz...
S: La luz del cielo español no se olvida nunca, por mucho tiempo que pase.
Y: En fin, que tenga un buen día...
S: Lo mismo digo...la luz....
Y: Sí?
S: La luz no se apaga nunca, sabes?
Y: Es cierto, pero a veces se me olvida pagar la factura!

He seguido caminando con mi cabeza de Levante, que poco a poco iba cambiando a Poniente. Con la nariz roja haciendo aguas llegué a casa con la intención de echarme un rato a descansar. No sé porqué ni cómo tenía que antes dejar estas líneas.

maandag 15 september 2008

Un fin de semana "apart"

Este ha sido un fin de semana muy interesante. Recluida en una granja en medio de un paisaje verde con tintes ocres que anuncian la llegada prematura del otoño holandés, he pasado el tiempo junto con mis compañeros de estudios, practicando algunas técnicas de medicina natural y leyendo, charlando...Incluso he adelgazado un poco, ya que toda la comida era sana y basada en el recetario de la dieta vegetariana. He echado de menos la cafeína. El café que servían era café de bambú (cómo narices pueden hacer café del bambú aún es un misterio sin resolver). Conseguí esconder una coca light en mi maleta y en los ratos de pausa entre clase y clase me iba a meter una pequeña dosis de cafeína entre pecho y espada. Las clases han sido muy intensivas y el sábado terminamos a las once de la noche. En mi cabeza ya no cogían más terminos médicos ni patologías. Sólamente recordaba el color de los ojos de algunos compañeros a quienes examiné con el irisdoscopio. Maté dos mosquitos antes de irme a la cama y algunos de sus familiares vinieron por la noche a consumar su venganza, porque amanecí llena de picaduras en las manos y en la cara. Tocó diana a las siete de la mañana y después de la ducha me presenté en el comedor deseando que hubieran decidido deshacerse del bambú y pasarse al café del señor Valdés, como Dios manda. Mi sorpresa fué que el domingo íbamos a comenzar las clases en ayunas, ya que íbamos a dar masajes y ejercicios de visualización. Desayunamos a las 10, por fin una tacita de bambú que me supo a gloria y el pan recién hecho por la dueña de la granja, que también vende productos ecológicos. Queso, pan, miel, yogur fresco y cereales, qué narices, el café de bambú me supo hasta bien rodeado de todas estas esquisiteces. Después del desayuno, caminar por el bosque recogiendo plantas, apuntando sus propiedades, su método de preparación, tomar notas y notas sobre la increíble fuente de sabiduría que nos ofrece la naturaleza. Estuvimos media hora discutiendo si los extraños animales que nos encontramos pastando en una granja en medio del bosque eran lamas o ovejas mal hechas. Al final llegó una compañera que es de Ecuador y sentenció que eran alpacas. Los animales nos contemplaban extasiados, como si nunca hubieran visto tantas personas juntas observándoles tan atentamente. Alguien dijo que un jersey de alpaca salía en el mercado por unos 8.000 euros, ya que era una lana muy preciada y costosa. Inmediatamente los animales comenzaron a correr por la pradera y se perdieron en el fondo del paisaje. Los animales son sabios, sin duda alguna.
El día prosiguió con dos conferencias y una clase práctica en la que tuve que enfrentarme con un "paciente real", una queja sobre la mesa y una anamneses que tomar. Al llegar a casa estaba agotada, sólo quería irme a dormir y tomarme un café cargado, paradojas de mi vida. Laura se quejaba de dolor en una pierna y puse a prueba mis conocimientos teóricos con un masaje con aceite de arnica, lavanda y flor de naranja. Nos reimos mucho pero hoy seguía cojeando, claro está.
Como dicen los holandeses, este ha sido un fin de semana "apart", pero sin duda muy interesante. Una forma nueva para mí de entender la educación, combinando teoría y práctica con un ambiente relajado, en contacto con la naturaleza, muy propicio para conocernos todos a un nivel no sólo académico, sino también personal. He aprendido mucho sobre mi misma, como la verdad indiscutible de que tengo una clara adicción a la cafeína. Me tengo que ir a tomar un café...intentaré escribir más cosas en otro momento...

donderdag 11 september 2008

La memoria del agua

A estas horas de la mañana, mientras me preparo para una sesión maratoniana de química y estructuras atómicas, me viene al pensamiento que a pesar de lo mucho que adelanta la ciencia, seguimos sin saber nada a ciencia cierta. El átomo es la unidad mínima de la materia y es, según la comunidad científica, indivisible. Lo es? Quizás dentro de unos años encontremos nuevos indicios de que quizás no lo sea. El átomo responde a nuestra necesidad humana de poner límites a las cosas, de hacer acotaciones que podamos contar aunque no podamos ver. La matería tiene que tener un límite y no se puede dividir eternamente, así que otorgemos esa propiedad al átomo, el fin, no hay nada más allá...
El otro día estuve viendo un documental interesante sobre la homeopatía en el que se reflejaba la eterna lucha entre la comunidad científica para aceptar también científicamente hablando a un método de medicina natural que a pesar de tener resultados sorprendentes, no tenía explicación científica alguna. Ciencia, ciencia, ciencia...de nuevo límites y acotaciones, algo que podamos pesar y medir usando los métodos que conocemos para poder etiquetar como científicamente cierto o científicamente posible. El problema de la homeopatía para la comunidad científica no es en sí su principio básico de que simile similis curatur. Tampoco sus remedios, ya que la medicina regular también obtiene sus medicinas de las plantas, de los minerales, etc. El problema es la disolución. El remedio homeopático se diluye hasta límites increíbles. Esto es debido a que muchos remedios son en realidad veneno para el organismo tomados en dosis normales, sin diluir. La disolución además, potencia la capacidad curativa del remedio. Ahora, si diluimos por ejemplo una gota de tintura de una planta en noventa gotas de agua, seguimos viendo moléculas de esa planta en el agua, pero la disolución continúa y continúa hasta obtener potencias que son similares a la disolución de una gota de tintura en una piscina olímpica, o más allá aún, una gota de tintura en el oceáno Atlántico. Y ese remedio, para la comunidad científica y a vista de microscopio, es sólamente agua, ya que no contiene ninguna molécula que recuerde a la tintura original.
Renombrados científicos han demostrado que de alguna manera, pese a que no vemos nada, el agua contiene memoria y recuerda, la composición molecular del remedio. Uno de estos científicos, Jacques Benveniste, un relevante inmunologo francés, fué prácticamente humillado a nivel internacional por defender esta teoría, y lo más inquietante del caso es que quien tiró su teoría por los suelos fué un simple ilusionista de cartas. Cuando Benveniste descubre por casualidad la capacidad de memoria del agua y por tanto comienza a ver una explicación en el funcionamiento de la homeopatía, decide dar a conocer estos datos. La revista científica Nature decide publicarlos con la condición de que Benveniste abra su laboratorio a un equipo de Nature y repita los experimentos delante de ellos. La sorpresa llega para Benveniste cuando los dos expertos que envía Nature son su editor científico (que lleva muchos años alejado ya de los laboratorios) y un antiguo ilusionista y mago, James Randi. Pese a la inicial perplejidad, repiten el experimento con éxito y es entonces cuando el mago y el editor comienzan a poner nuevas reglas del juego, repetir el experimento bajo estas y otras coordenadas estadísticas, propone un sistema de numeración de las probetas que es más digno de un juego de cartas que de un sistema científico, etc. Repiten los experimentos con esas reglas del juego propuestas por el equipo de Nature y los resultados son negativos, dejando la reputación de Benveniste, que en su día fué propuesto para el Nobel, por los suelos.

Lo que me parece increíble es hasta qué punto un gran grupo de científicos de la medicina regular pretende llegar que prefiere los juegos y malabarismos de un mago que dicen que no, a los científicos y rigurosos experimentos de un profesional con muchos años de reconocido prestigio a sus espaldas, que dicen que sí. Suena a mano negra de la industria farmacéutica para parar la creciente popularidad de la homeopatía, cuyos remedios, no cuestan tanto dinero. No sólo Benveniste llevó a cabo estos experimentos, muchos científicos escépticos repitieron los experimentos en sus laboratorios para llevarle la contraria, y obtuvieron sorprendentemente, los mismos resultados que el investigador francés. Sin embargo, éstos experimentos no han sido retratados en la prensa científica, más interesada en las artes del tahur.

La memoria del agua es un tema apasionante. Hace unos años el profesor japonés, Masaru Emoto, sorprendió al mundo con sus impactantes fotografías de cristales de agua que se habían formado tras someter el agua a ondas sonoras de música diferente, pensamientos, fotografías y también tinturas de plantas. En este último caso, lo sorprendente era que los cristales repetían la forma de las flores o de las plantas. El agua tiene más que memoria, tiene un sistema propio de reproducir mensajes, es sin duda alguna el mejor elemento conductor. Llegará un día en que la comunidad científica comprenda que hay mucho más allá de lo que podemos ver o medir. A veces, de lo que se trata, no es de poner límites, sino de romperlos. Quizás un día, todo lo que hoy estudie sobre el átomo, se venga abajo de la misma manera que la venda se caerá de nuestros ojos ante el poder y la sabiduría de la naturaleza.

donderdag 4 september 2008

Sin lunar y a lo loco

Aquí estoy un día después con una lunar menos y muy mala leche. Me dijeron que no iba a doler nada, pero a las cuatro horas, la anestesia se diluyó cual tintura en baso de agua y un dolor punzante comenzó a hacerse hueco entre punto y punto. Tengo una doble costura de punto de cruz muy mona que me quitarán Dios mediante dentro de dos semanas. La mala leche es habitual en mi en los últimos tiempos siempre y cuando tengo que estar en contacto con el sistema médico holandés más de cinco minutos.
Antes del verano me animaron a consultar al médico por una lunar que tenía en la pierna y que había crecido considerablemente en los últimos dos años con un diámetro irregular y en tonos marrones diferentes. Llamé al médico de cabecera y me asustó, porque en vez de darme un paracetamol, inmediatamente dijo que tenía que quitarme esa lunar ya que cumplía todos los factores de riesgo del melanoma, considerados por ellos en el ABCD (Asimetry, Borders, Colour, Diameter. Como el lunar estaba sobre una parte con poca grasa y muy cernana al músculo y al hueso, decidió que lo mejor era quitarla en el hospital y no de forma ambulatoria. Me fuí a dermatología y el especialista, después de hacerme quitar toda la ropa y mirarme incluso dentro del culo, dedujo por cuestión generacional, que en mi época no éramos muy conscientes de la necesidad del factor de protección en la crema de bronceado, y que además, siendo española, me habría dado mucho el sol....Tuve que explicarle que en Asturias somos bastante blancos de piel porque tenemos sol cuatro veces por año, y según la estación metereológica de Cantabria, incluso a veces menos que eso. Que además, pues cierto es, que el factor de protección que yo conocía se llamaba crema de zanahoria, que te ponía morena con una sesión de 5 horas seguidas de playa de San Lorenzo. También me cuidé la piel con una mezcla de té moruno y Nivea cuando veraneaba en Málaga y en Candás, un año, conseguí una crema buenísima que te ponía como Baltasar y que no sé cómo se llamaba, pero venía en una lata roja con una vaca dibujada. Un amigo me dijo años después que una crema parecida, también roja y con vaca incluida, la había usado él en su juventud, pero para dar brillo y lustre a las Camperas.
En fin, que el dermatólogo pensó que lo mejor era prevenir y recomendó quitarme el lunar. Pues bien, una vez encaramada en la camilla del quirófano ayer tarde, llega una cirujana que parecía la carnicera de la plaza de mi pueblo y después de mirarme la pierna me pregunta:

CIRUJANA: Porqué te la quieres quitar?
YOMISMA: Mire usted, yo por querer no quiero, no voy desprendiéndome así como así de parte de mi piel, pero es que el Dr. Vissers me recomendó quitarla.

C: Pues yo no veo nada raro en esta lunar, es grande, pero no extraña.
Y: Pues usted dirá, que yo aún con la pierna así anestesiada que no siento ya ni la punta del dedo gordo del pié, me voy tan tranquila a mi casa con lunar puesta.
C: No, si mi colega le ha dicho que hay que quitarla, pero que sepa que le va a quedar una cicatriz de al menos 4 cms, porque tenemos que quitarla recortando en forma oval y con cierta profundidad.
Y: Pues usted misma, a mi la cicatriz no me importa si es que con esto prevenimos que pase algo peor en un futuro, pero vamos, que si me asegura que lo que tengo es una lunar como un piano de grande que crece a milímetro por año pero por lo demás no es nada de nada, ya le digo que me voy.
C: Voy a consultar el historial.

Retumba el quirófano según la cirujanonte cierra la puerta tras de sí. Al cabo de unos minutos, regresa de nuevo con una enfermera tras de sí enfundada en una burka de quirófano color turquesa.

C: (con sonrisa sarcástica en los labios) Pues leo aquí en su historial que la que se quiere quitar la lunar es usted por cuestión estética.

Me quedo a cuadros, los ojos abiertos como platos por el draculazo además de la luz del quirófano sobre mi, que lleva encima alumbrándome desde hace 15 minutos estando ya casi a punto de confesar que sí, que había sido yo la que se comió la chocolatina que lleva en el coche el maridín...

Y: Mire usted, doctora cirujanonte. Yo como usted comprenderá, por estética, no me dejo en la pierna por la parte de alante y justo encima del tobillo una cicatriz de 4cms por gusto. Así que si usted me dice que esto ha sido todo un malentendido y que esta lunarcita no tiene importancia, me voy tan fresca por donde he venido y punto pelota. (Ésto último lo dije en español, porque punto pelota no tiene ninguna gracia en holandés).

Me dispongo a bajarme de la camilla con cierta dificultad, porque no siento la pierna derecha de la rodilla para abajo...Me detienen...

C: Dónde va usted alma de Dios?
Y: A mi casa y Dios en la de todos.
C: Pero no hombre, ahora ya está anestesiada y todo, se la vamos a quitar...
Y: Pero si usted dice que es una tontería, a la mierda la anestesia, vamos que me quedo yo tan contenta...

La cirujanonta decide mirar de nuevo la mancha con una especie de lupa luminosa y después de unos minutos de detenido exámen sentencia que me la van a quitar y que mandará todo a patalogía para su análisis y descartar la presencia de células extrañas en la zona.

Diez minutos más tarde, dos hileras de puntos más (internos y externos), salí de la consulta cojeando para tirarme en brazos de mi maridín.

MARIDIN: Qué tal cielo? Te duele mucho?
YOMISMA: Me duele la mierda de país en el que vivimos

M: Joder, ya empezamos...
Y: Es que tienes que reconocer que el sistema médico es una mierda...no tienen ni idea y además te hacen sentir como si fuese una gilipollas. Ni siquiera me ha dejado estar sentada para ver la operación...
M: Hombre, es que es por razones de higiene, supongo...
Y: Qué higiene ni que ocho tuerto, si no me han quitado ni los zapatos joder, que mis suelas deben tener como mil bacterias más que mi cabeza, y la zona del lunar estaba al lado de los zapatos...
M: No te han quitado los zapatos?
Y: Pues no, las entiendo porque hay que reconocer que son unos zapatos monísimos y da gusto mirarlos, pero que no me jodan con las medidas de higiene...
M: Bueno, piensa que dentro de unos años esto te lo podrás hacer tú en casa si quieres...(dice riéndose)
Y: Mira tío, como dicen los americanos no me patronices, no me patronices. Y además te voy a decir una cosa, dentro de tres años, voy a ser capaz de cerrar las cicatrices con petitpoint en las clases de anatomía, ya verás, que yo en el colegio de monjas sacaba diez en las clases de costura, chavalín...

El cabreo me ha durado desde ayer. Tiene razón la Patty que tenemos que empezar a poner quejas por escrito cuando nos pasen estas cosas. En este país los médicos se creen Dios y son más malos que un cirujano muelero del siglo XIV. En fin, que el lunar se ha ido y nadie sabe cómo o porqué ha sido. Dentro de dos semanas volveré a quitar los puntos y a enterarme del resultado. Entre tanto voy a buscar el email del Dr. Vissers de los cuyones para decirle cuatro cosas.

Contrato público

María y Alejandra por la presente se comprometen a colgar en sus respectivos blogs esta lista de propósitos a cumplir dentro de los 6 próximos meses, haciendo por consiguiente público su compromiso.

1- Dentro de 6 meses ambas habrán perdido una masa igual o superior a un 10 % de su cuerpo; 2- Hacer deporte dos veces a la semana;
3- No pecar con alimentos prohibidos, bajo pena de día extra de deporte;
4- Olvidarse de las malas costumbres;
5- Tres actividades con amigas siempre dentro de la legalidad y que no incluyan el chocolate ni el vino dulce blanco.
6- Por cada tres kilos perdidos un regalo.

Sabemos que seremos más felices y así podremos aprobar las asignaturas. En caso de recaída, pedir ayuda inmediatamente y no dejarse llevar NUNCA.

Ale firma

María firma
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woensdag 3 september 2008

Sigo viva y regreso al mundo virtual

Ya he parido. Ha sido un parto lento y costoso que me ha dejado con un dolor de espalda terrible y el cuello rígido y trastocaó. Así, sin epidural pero con muchos litros de café mezclados con paracetamol, nació la criatura capítulo a capítulo, letra a letra. Ahora sólo queda sacarlo un poco adelante con lactancia gramatical, correcciones varias, revisiones para poner los puntos sobre las íes. A mi me queda esa sensación de vacío, de cansancio y de vagancia que suelo tener siempre después de una jornada maratoniana de trabajo. Por fin he podido disfrutar de un par de días jugando con Laura sin pensar en nada más que en cómo encajar la pieza de Dora y Diego que falta o decidir si cortar el pelo de la Barbi es una buena o mala idea. Lo cierto es que al principio me pareció buena idea, pero cuando la cocina comenzó a llenarse de pelos rubios por todas partes, me dí cuenta de que a la Barbi le queda mucho mejor la melena.

Ahora comienza la nueva etapa, la de estudiante. El sábado será mi debut en este nuevo mundo de la medicina natural. De momento me he puesto a estudiar él reader de física y química, ya que el viernes 12 tengo un examen para evaluar mis conocimientos en estas materias que de momento no pasan de que el átomo está compuesto por electrones, protones y neutrones y que las moléculas están compuestas de átomos. Tendré que empollarme de nuevo la tabla de los elementos periódicos y aprenderme de memoria los nombres en holandés. Es decir, que si no me vuelvo loca en los próximos meses, ya no me volveré loca nunca.

Por lo demás la vida sigue y hoy me van a quitar un lunar sospechoso de una pierna. El lunar en sí no debe medir más de medio centímetro, pero al parecer me tienen que dejar una cicatriz de al menos 4 centímetros, ya que tienen que quitar tejido de los lados y también por debajo. En fin, que me rajan. A mi las operaciones en Holanda, por muy pequeñas que sean como en este caso, me dan mucho yuyu, porque son tan pro-dolor y jódete, que son capaces de darte sólo un paracetamol con un sorbito de agua y meter bisturí sin haberte dado tiempo a relajar ni un músculo. Yo soy de las que demanda anestesia a gritos dos metros antes de la consulta, pero mis súplicas sólo fueron respondidas cuando parí a Laura. Quizás porque tuve que convertir mi súplica en amenaza y me agarré a la bata de la comadrona diciendo: "O me ponéis la epidural o llamo a la Duquesa de Alba". Cuando me sacarón las muelas del juicio, que según ellos no servían para nada más que para darme dolor de cabeza, tuvieron la deferencia de darme un Valium de 200mmg, que debe ser en España una versión de Valium para niños. Me sujetaron la cabeza firmemente y a tirar de las cuatro muelas. Tuve un dolor de mil narices durante casi un mes, que vencí gracias a sugestionarme de tal manera que llegué a convencerme a mi misma que el paracetamol tenía efectos sobrenaturales. Así las cosas y aún a sabiendas que lo de hoy es una fácil y pequeña intervención quirúrgica, estoy ya cagada de miedo, sobre todo porque no me ha dado tiempo a conseguir drogas fuertes en el mercado clandestino de la comunidad hispana. Me quedan 2 Nolotiles que guardo bajo llave para emergencias, 3 pastillas para dormir y 1 relajante muscular que me dió mi querida Patty y que guardo también como paño en oro, porque además de relajar el músculo a mi me relaja la neurona y me da la risa floja. En fin, que después de las dos de la tarde seré una mujer sin lunar pero con cicatriz de guerra. Las cicatrices, a ciertas edades, dan mucha solera al cuerpo.

Si los puntos me lo permiten y el cóctel de drogas no me empaña la capacidad intelectual, volveré con vosotros mañana mismo. Y si algún español afincado en estos parajes llanos del norte de Europa me lee y tiene un Valium sin caducar, se lo cambio por 7 pastillas de Aerored.